Uno de los hombres más RICO del mundo ¡Un latino!
Hace solo unos días, la revista Forbes informó que el empresario Carlos Slim de nacionalidad mexicana, es uno de los hombres más rico del mundo, superando a Bill Gates. Tal vez muchas personas se sienten orgullosas por el sólo hecho de ser latino o mexicano como él.
Pienso que uno debe vivir de los triunfos personales y no de los ajenos. Los medios de comunicación se ocupan de que viva la vida de otro; esa es una de las causas que considero, es responsable de la pobreza de mucha gente.
Que su equipo de fútbol gane no lo hace un triunfador, que un cantante famoso y reconocido sea de su país, no le dará ningún beneficio a su familia, que una película de su país gane un Oscar, no hará que usted viva mejor, y que un hispano sea el hombre más rico del mundo no significa que desde ahora usted tendrá más dinero. Por lo tanto, no crea que la motivación de la que hoy hablaré es simplemente debido a que un hispano es uno de los hombres más ricos del mundo.
Lo que me impulsa a escribir es simplemente para motivar a millones de latinos y demostrarles lo que pregono hace años, que en cualquier país se puede ser un triunfador y una persona exitosa. Si usted lo desea y no permite que las malas influencias políticas y familiares lo contaminen, se puede conseguir cambiar o mejorar su vida en menos de doce meses.
El caso del Sr. Slim es público, real y un modelo a seguir. Nació, se crió y vive en un país donde más del 60% de la población vive en la pobreza, donde cada vez la diferencia entre el pobre y el rico se extiende más, donde hay hambre, y en donde cada día hay más jóvenes que dejan la escuela para emigrar o para ir a trabajar y llevar ayuda a su casa. ¿Le parece conocida esta realidad? Me imagino que sí.
Entonces, si usted reside en un país similar al de Carlos Slim, habla su mismo idioma y sin duda le gustaría tener el éxito de él, ¿por qué no lo tiene?
Mi teoría es que se debe a que usted hace lo mismo que su vecino, que sus amigos, que sus parientes y que sus compañeros de trabajo, mientras que este señor, cuando tenía ocho años, en vez de que sus padres lo llevaran a Disney o comprarle una bicicleta nueva, lo sentaban y le enseñaban del valor del dinero, de lo importante de saber hacer negocios, de cómo se compra y vende una empresa, y de que cómo ese dinero que no se gastaba en una bicicleta nueva porque la vieja todavía funciona, se debe poner en una cuenta de ahorros y juntar un capital para comenzar a realizar negocios.
Hace unos meses escribí un artículo titulado ¿“Un buen inversionista, ¿se nace o se hace”? sin duda Carlos Slim, con todas las controversias que hay en su contra por supuesta manera monopólica en que se ha amasado esa fortuna, es una persona clave para llevar el mensaje principal de esta columna.
¿Ha escuchado? que hay gente que supera obstáculos casi increíbles, que pierde el habla, o debe aprender a caminar de nuevo por haber sufrido algún accidente, y al igual que un bebé, comienzan de nuevo a aprender a hablar y a caminar. Bueno, usted puede aprender a manejar su dinero y a pensar como un empresario exitoso ya mismo.
Reconozco que hay entornos y países que facilitan más y fomentan mejores maneras de llegar a cumplir metas financieras, pero la diferencia es sólo esa palabra “más fácil” que le cueste un poco más no significa que es imposible, o que no debe intentarlo. Hágalo.
Créame que, si lo intenta, lo consigue.
No conozco ni siquiera a una persona que no haya conseguido mejorar en algo su vida, después de realmente haberlo intentado; es posible que no llegue a tener la fortuna del señor Slim, pero tampoco es necesario tener tanto dinero para vivir en la excelencia. Descubra cuál es la cantidad que lo hará sentirse rico y trabaje en llegar a ella.
Muchos creemos que, en materia de negocios, las cosas pueden verse complicadas, pero en realidad, son simples, o es productivo o no lo es. No hay grises… hay etapas… Así que comience a trabajar en conseguir una nueva actitud que lo haga festejar sus propios triunfos, y a reconocer los triunfos ajenos, sin vivirlos.
Quiero invitarlo a no vivir de la victoria ajena, es decir no grite los goles ajenos, grite sus propios goles. El día que lo haga se dará cuenta que cambió su vida para siempre.
¡Hasta la próxima semana!
Daniel Rutois
Motivador financiero & Negociador
www.hispanoexitoso.com